
05 Sep Cómo justificar un despido
Despedir a un trabajador nunca es tarea agradable pero, en más de una ocasión, incluso sabiendo que su rendimiento no es el adecuado, no siempre puedes hacerlo. En estos casos, te contamos cómo justificar un despido y cuáles son las principales causas de despido justificado con las que conseguir finalizar la relación de manera legal.
Solo se podrá despedir a un trabajador si existe una causa real para ello. Si no existe una causa para ello, el despido puede considerarse nulo y esto obligaría a la empresa a la reincorporación del trabajador a su puesto de trabajo. Vamos a ver las causas de despido.
Causas de despido procedente
En estos casos, existen dos tipos de despido procedente que es el tipo de despido con el que el trabajador tiene derecho a paro. Por un lado las causas disciplinarias y las causas objetivas. La principal diferencia entre ellas será la cantidad de indemnización que recibirá el trabajador. Cuando las causas son disciplinarias no hay derecho a indemnización, cuando se trata de causas objetivas el mínimo es de 20 días por cada año trabajado.
Entre las causas por despido disciplinario más comunes encontramos:
- Bajo rendimiento continuado y voluntario que, a su vez, hay que justificar con datos
- Faltas de asistencia al puesto de trabajo e impuntualidad reiterada
- Faltas de respeto o agresiones a compañeros o superiores
- Visitar páginas web ajenas al trabajo
Entre las causas de despido procedente más habituales encontramos:
- Falta de adaptación del trabajador a la realización del trabajo. Aunque es obligatorio conceder un mínimo de 2 meses por ley para facilitar la adaptación. Aquí también podemos incluir la incapacidad del trabajador para desarrollar sus tareas de forma correcta.
- Causas económicas: o también técnicas u organizativas
- Absentismo laboral: cuando las faltas al trabajo superan el 20% de las jornadas hábiles durante dos meses seguidos.
En cualquiera de los casos, los motivos del despido deben figurar en la carta de comunicación al trabajador. Toda causa que no se incluya no podrá ser admitida posteriormente por vía judicial para justificar la decisión de la empresa. Como hemos comentado, el despido disciplinario anula la posibilidad de que el trabajador reciba una indemnización y, por tanto, se debe justificar de forma adecuada.
Despido improcedente
Ahora bien ¿Qué causas o razones son las que hacen que un despido se considere improcedente? El procedimiento de despido como tal está recogido por ley en los artículos 51- 55. Si no se cumplen los requisitos ahí especificados se puede considerar despido improcedente. Si los motivos o la justificación que alega la empresa no lo justifica también se puede recurrir a una despido improcedente. También cuando hay sospechas de que el despido se ha llevado a cabo por razones discriminatorias como por motivos raciales, por ejemplo, por maternidad, por vulnerar los derechos fundamentales y las condiciones de los representantes de los trabajadores. En estos últimos casos, además, el despido será considerado como nulo y la empresa dispondrá, de 5 días para readmitir al trabajador o indemnizarlo.
Despido nulo
Como acabamos de comentar este tipo de despido se produce cuando la causa que lo ha provocado está relacionada con discriminaciones prohibidas en la ley o en la Constitución. Aquí, la empresa tiene la opción de readmitir al trabajador o el pago del salario desde la fecha en la que no ha estado trabajando hasta la fecha en la que se ha producido la sentencia.
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