
15 Mar ¿Sabes qué es el cash flow?
El cash flow mide la salud económica de tu negocio. También llamado flujo de caja, flujo de efectivo o flujo de tesorería nos va a dar información muy valiosa sobre el estado financiero de una empresa. El cash flow va a determinar la capacidad que una empresa tiene de generar beneficios y, a la vez, ser capaz de hacer frente a todos sus pagos. En definitiva, el cash flow es un indicador con el que podemos medir el crecimiento y la rentabilidad de un negocio. Vamos a verlo de forma más detallada.
¿Qué es el cash flow?
El cash flow es el indicador que va a determinar la capacidad que una empresa o negocio tiene para generar beneficios y nos va a decir cuál es estado financiero de la misma. Pero hay que tener cuidado y saber interpretarlo. Una empresa puede tener unas cuentas saneadas y no disponer de liquidez.
Existen tres tipo de cash flow en las empresas que dependen de la actividad a la que se dediquen:
- Cash flow de financiación: esta se genera por las actividades de financiación que se producen en la empresa y que pueden modificar tanto el capital de tu negocio como las deudas que tengas
- Cash flow de inversión: se calcula en las empresas solo cuando tienes actividades relacionadas con la inversión inmobiliaria y financiera. Aquí también se generan flujos de tesorería
- Cash flow de explotación: corresponde con aquellas actividades que vienen de actividades ordinarias; es decir, los ingresos obtenidos por la venta o la prestación de determinados servicios.
¿Cómo se calcula el cash flow?
Para calcular el cash flow utilizaremos una sencilla fórmula: Cash flow: beneficio neto + Amortizaciones + Provisiones. Y ahora te preguntarás ¿Qué son las provisiones y qué son las amortizaciones? Ambas representan una depreciación o, mejor dicho una disminución del activo de una empresa, pero vamos a verlo de forma más detallada.
Las amortizaciones nos van a indicar cuál es la depreciación de un activo con el paso del tiempo. Por ejemplo, un coche de empresa. La provisión es como un colchón ante un imprevisto. Por ejemplo, un cliente que se ha declarado insolvente.
Para calcular el cash flow tenemos que tener en cuenta otra limitación y es la regla de devengo. Por ejemplo, has emitido una factura y has contabilizado ese beneficio pero eso no significa que tengas el dinero en la caja como tal. El problema cuando ocurre esto de forma recurrente es que existe el miedo a que se produzca el efecto dominó: un proveedor no te paga una factura y, en consecuencia, tú no puedes pagar lo que debes a otro de tus proveedores.
Con esto queremos decir que el indicador de cash flow hay que saber interpretarlo y que siempre será algo orientativo y no por ello menos importante porque, como hemos comentado antes, nos va a calcular la salud financiera de una empresa.
Por qué es bueno calcular el cash flow de tu empresa
Lo volvemos a repetir, el cash flow hay que saber interpretarlo y debe ser siempre orientativo. Si bien es cierto que puede ayudar a detectar un posible problema de liquidez de forma anticipada con el objetivo de ponerle freno. También es una buena manera de conocer y sobre todo entender cómo está creciendo tu negocio. En definitiva, es un cálculo que puede ayudar tanto a la empresa como al empresario.
Una forma de mejorar el cash flow de nuestro negocio y conseguir que entre más dinero del que sale es realizar un trabajo de limitación de gastos. Hacer que el pago de tus clientes será sencillo o pagar por adelantado a los proveedores que tengan descuentos puede ser una manera de llevar a tu empresa hacia un cash flow positivo.
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