Contratar un becario siendo autónomo

Contratar un becario siendo autónomo

Sí, podemos contratar a un becario siendo autónomo para ayudarle en su formación y que nos pueda echar una mano. Para que sea legal, este contrato debe cumplir una serie de requisitos y es importante diferenciar entre un contrato para la formación, un contrato de prácticas y una beca.

Contratar a un becario es una gran oportunidad para ambos. Por un lado, estás ayudando a un estudiante a formarse y, además, lo estás haciendo como a ti te gustaría. De esta manera, y cuando finalice su beca, te puedes plantear incorporarlo en tu plantilla como un trabajador más que siempre podrá servir de ejemplo para el resto de los becarios que vayan pasando por tu empresa.

Contratar a un becario siendo autónomo

Basta con que te inscribas en la Oficina de Prácticas y Empleo y aceptar el Convenio de Cooperación Educativa para tener estudiantes en prácticas a tu cargo. Esta nueva relación laboral está regulada bajo el Real Decreto 592/2014 del 11 de julio pero ¡Cuidado! No debemos confundir una beca con unas prácticas.

Una vez inscrito en la Oficina de Prácticas y Empleo y aceptar el Convenio de Cooperación Educativa, el siguiente paso es dar de alta al becario en la Seguridad Social. Aquí deberás pagar alrededor de 40€ al mes para cubrir la protección del becario.

Y ahora viene la parte práctica, deberás cumplir tus obligaciones como tutor. No puedes pretender nunca que un becario sustituya a un trabajador de plantilla. Deberás hacer un esfuerzo por ayudarle en su formación y por poner a su disposición las herramientas que sean necesarias para el desempeño de su trabajo. Por último, y cuando la beca termine, deberás emitir un informe con tu valoración.

Diferencias entre beca, prácticas y contratos formativos

Una beca se realiza siempre a través de un Convenio de Cooperación Educativo entre una universidad o centro educativo. En las becas, la jornada laboral no suele exceder de las 4 o 5 horas y no suele durar más de 6 meses y permite cotizar en la Seguridad Social. El objetivo de las becas es mejorar el aprendizaje teórico y práctico del alumno.

No estás obligado a remunerar una beca pero lo más habitual es que aportes algo como ayuda para el estudiante aunque esto no signifique una relación laboral entre ambas partes. Es la mejor manera para un estudiante de comenzar a tener experiencia en el mundo laboral además de motivarle y esto es algo que será valorado de forma muy positiva a la hora de encontrar trabajo en el futuro.

El contrato en prácticas es para aquellos que ya tienen un título universitario o de formación. Su duración no puede ser inferior a 6 meses y no se puede alargar más de dos años. El salario no puede ser inferior al 60% de un trabajador que desempeñe el mismo puesto durante el primer año y de un 75% durante el segundo año. El objetivo aquí, es que la persona adquiera práctica laboral que sea equivalente con su nivel de estudios.

El contrato de formación es lo contrario al contrato de prácticas. Solo es apto para aquellas personas que carecen de un título de formación profesional. Algunos de los requisitos son: ser mayor de 16 años pero menor de 25, la duración mínima será de un año y la máxima de 3. El tiempo de trabajo no podrá ser superior al 75% durante el primer año y al 85% durante el segundo y el tercero y el salario va a acorde con el tiempo dedicado pero nunca podrá ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional. Este tipo de contrato, es una excelente oportunidad para aquellas personas que quieren comenzar a trabajar y cobrar un sueldo donde, además, pueden dedicar su tiempo a la formación y el aprendizaje.

Ahora ya conoces todos los requisitos para contratar un becario siendo autónomo, una gran experiencia que os podrá beneficiar a ambos.

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