Cómo facturan las cooperativas de trabajo

Cómo facturan las cooperativas de trabajo

Podemos definir una cooperativa de trabajo como un grupo de profesionales que realiza un mismo proyecto. Se basa en el autoempleo colectivo y tanto sus socios como sus socias son también trabajadores. Ahora bien ¿Cómo facturan las cooperativas de trabajo? Vamos a verlo

Qué es una cooperativa de trabajo

Para poder poner en marcha una cooperativa, lo primero que necesitamos es, al menos, dos personas que vayan a compartir un proyecto empresarial viable. Como hemos dicho, los socios son, a su vez, trabajadores. Los beneficios se reparten de forma igualitaria y tiene una base democrática de una persona, un voto.

Como socio de una cooperativa de trabajo recibirás una nómina por tu trabajo; es decir, eres un trabajador pero no un trabajador independiente. La facturación la gestiona la propia cooperativa y al finalizar el trabajo, te entregan una nómina con los beneficios donde hay que descontar impuestos y costes.

Cómo facturar a través de una cooperativa

El principal requisito para poder facturar a través de una cooperativa es estar dado de alta en la cooperativa para lo que el trabajador debe aportar un importe mensual. El socio debe hacerse cargo del pago a la Seguridad Social por los días trabajados, las retenciones, un 2% de IRPF que es lo establecido para ingresos de menos de 11.700 euros al año, los gastos de gestión, los impuestos y otro porcentaje que corresponde con el Impuesto de Sociedades de la cooperativa. A cambio, recibirá una nómina mensual que se emite a nombre de la propia cooperativa. La propia sociedad cooperativa será la encargada de gestionar el alta y la baja por los días que estés trabajando en el proyecto.

Personas del sector de la hostelería, periodistas, traductores, gente del mundo audiovisual… Suelen utilizar las cooperativas ya que no se factura mucho y se trata de trabajos puntuales.

Ventajas de facturar a través de una cooperativa

Una de las principales ventajas de las cooperativas de trabajo es que son una buena alternativa cuando los ingresos son bajos o se está comenzando en un proyecto. Otra ventaja interesante es que al estar dado de alta como trabajador de la cooperativa, no es necesario presentar ni el IVA ni el IRPF de forma trimestral. La mayoría de las cooperativas disponen de una asesoría laboral y fiscal y gestión incluida a la que poder consultar.

Inconvenientes de facturar a través de una cooperativa

Como hemos comentado, es una buena opción cuando los ingresos no son muy altos pero si se llega a facturar mucho, estos costes llegan a salir más caros que pagar la cuota de autónomos. Otro inconveniente es que como no presentas facturas, tampoco te puedes desgravar la compra de artículos como un ordenador de trabajo, por ejemplo. Tampoco disfrutas de las bonificaciones o descuentos que sí tienen los trabajadores por cuenta propia.

Otra de las desventajas es que, por lo general, la nómina no se cobra hasta que el cliente ha pagado la factura y esto hace que se dependa de terceros.

¿Facturar en cooperativa o como autónomo?

Siempre que las facturas tengan un importe pequeño, valorar la cooperativa es una buena opción así como cuando el trabajo que se prevé es puntual u ocasional. Para el resto de casos, cuando el trabajo y los ingresos son regulares, merece la pena darse de alta como autónomo.

Ahora que sabes cómo facturan las cooperativas de trabajo puedes decidir qué forma te interesa más. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento, en Taxa Asesores podemos ayudarte. Somos una asesoría especializada en autónomos y pequeñas pymes donde te ayudaremos a tomar las mejores decisiones.

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