Qué son los gastos suplidos

Qué son los gastos suplidos

¿Sabes qué son los gastos suplidos? En una definición rápida podemos decir que son los gastos que corresponde pagar al cliente pero que adelanta el profesional para poder agilizar los trámites. Lo vemos de forma más detallada y también veremos cómo se justifican estos gastos, cómo se incluyen en una factura y cómo se deducen.

Qué es un gasto suplido

Vamos a verlo primero con un ejemplo muy simple para entenderlo mejor: Un diseñador web recibe un encargo de hacer una página web para un cliente pero, para comenzar, tiene que pagar el coste del alojamiento y el dominio que son 90€ y que irán a nombre del cliente. El diseñador, adelanta esos 90€ para agilizar el comienzo de la página. Esto es un gasto suplido.

Lo vemos con otro ejemplo. Un abogado que para interponer una demanda de un cliente en un juzgado tiene que pagar una tasa de 10€. Esta tasa le corresponde pagar a la persona que emite la demanda. Sin embargo, lo hace el abogado para agilizar el trámite. Es otro ejemplo de gasto suplido.

Así, podemos definir un gasto suplido como aquel gasto que se tiene a cuenta de un tercero. Un gasto que tú haces en nombre de tu cliente para poder realizar el servicio pero que luego el cliente deberá asumir.

Tipos de gastos suplidos

Existen distintos tipos de gastos suplidos: pueden ser de seguros, de pago de tasas o de portes… Al final, lo importante es que cumplan una serie de requisitos para poder considerarlos como gastos suplidos:

– El gasto se debe realizar por cuenta del cliente y en la factura debe aparecer su nombre, el del cliente final, sino sería un gasto reembolsable, ahora lo vemos mejor

– El pago debe aparecer justificado en el comprobante

– Que el pago se haya realizado por orden del cliente y siendo consciente que tendrá que abonarlo como gasto adicional al servicio contratado

Un error habitual es el de confundir los gastos suplidos con los gastos reembolsables. En lo dos, los gastos recaen en el cliente pero la diferencia está en el que los gastos reembolsables están a nombre del proveedor y no del cliente. Vamos al ejemplo de la página web. Si el diseñador, al contratar el alojamiento y el dominio, lo hubiese puesto a su nombre, en vez de poner el nombre del cliente, sería un gasto reembolsable, no un gasto suplido.

También se diferencian a la hora de incluirlos en la factura porque el gasto reembolsable incluye IVA y modifica la base imponible. El gasto suplido, en cambio, se suma al importe final sin modificar la base imponible.

Incluir los gastos suplidos en la factura

Como acabamos de indicar el gasto suplido no puede aplicar ni IVA ni IRPF porque no es un servicio que el profesional ofrezca al cliente y, por tanto, no es un gasto deducible. Esto no significa que no haya que incluirlo en la factura.

Los gastos suplidos sí deben aparecer en la factura pero separados del importe de los servicios que sí se prestan al cliente. Este gasto, deberá aparecer como concepto de gasto suplido.

Por último, es importante destacar que, aunque el profesional no se pueda deducir los gastos suplidos, sí puede hacerlo el cliente final siempre y cuando tenga la factura correspondiente a dicho pago.

Ahora ya sabes qué son los gastos suplidos y cómo se incluyen en la factura pero si no tienes tiempo de hacerlo o prefieres dedicarte a tu negocio en exclusiva, en Taxa Asesores tenemos un equipo experto en contabilidad que te ayudará con todas las facturas para que no tengas que preocuparte por nada. Somos la asesoría de confianza de los autónomos en Madrid ¿Hablamos?

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